jueves, 21 de diciembre de 2017

Y se nos fue Mesones

Diciembre negro para la historia del fútbol cartagenero el de 2017. Comenzaba con el fallecimiento de Juanjo Díaz y la pasada semana teníamos conocimiento del de Felipe Mesones, a los 81 años de edad. Y si para el de Ciudad Real dedicábamos unas líneas, ya que había sido el que dirigía al actual FC Cartagena cuando este se alzaba con su tercer título oficial, con el argentino no podíamos menos, puesto que se trata de uno de los tres entrenadores más importantes en la historia de nuestro fútbol en el último medio siglo.

Para los que lo tengan menos ubicado, Felipe Mesones fue futbolista -extremo diestro- antes que entrenador y llegó a debutar con Boca Juniors. Luego recalaba en el Real Murcia a finales de los 50s y terminaría sus días como jugador una década después en el fútbol catalán, pasando por Hospitalet y Europa. Hasta visitó El Almarjal vistiendo la camiseta del Levante. Posteriormente, la carrera como técnico la iniciaba en el San Telmo de su Argentina natal y pasó por los juveniles del Espanyol brevemente antes de trasladarse a Mahón, lugar en el que comenzaría a hacerse un nombre. Finalmente, en la trilimenaria aterrizaba en el verano de 1970, al entonces denominado CD Cartagena, después de que hubiese sonado anteriormente para el banquillo albinegro en sustitución de Llopis.

Felipe Mesones
En su primera campaña aquí, en Tercera cuando aún no existía 2ªB, cabe recordar que ascendía a Segunda el campeón de grupo y únicamente promocionaba el segundo clasificado. Bajo dicha premisa, Mesones mantuvo al equipo entre el cuarto y quinto puesto durante toda la primera vuelta y era el buen campeonato de Copa, alcanzando la 4ª Ronda ante el Real Oviedo, lo que compensaba la situación. Ya en el tramo final de liga se ganarían 12 de 16 partidos y se lograba la segunda posición, incluso con opciones de primera plaza en la última jornada. La eliminatoria por el ascenso, a doble partido, sería contra el Logroñés, que promocionaba para no descender de Segunda, y la ida se saldaba con un contundente 3-0 en Las Gaunas. Cerca se estuvo de remontar en casa,


lunes, 11 de diciembre de 2017

Réquiem por Juanjo Díaz

Recuerdo como si hubiese tenido lugar hace una semana la conversación que mantuve con un amigo en las fechas en las que Juanjo Díaz se anunciaba como nuevo técnico de aquel Cartagonova FC 2000/01. Si la transcribiéramos, el comienzo sería más o menos así: “Juanjo Díaz, chaval, puntuación de equipo de ascenso con el Águilas, que era una banda”, a lo que atrevidamente respondía servidor “ya ves, ahora sí que subimos”. Bueno, quizá empleásemos otro lenguaje más propio de quinceañeros, pero la idea conceptual es totalmente fiel a lo escrito. El día exacto evidentemente no sé cuál fue, pero debió ser a finales de diciembre, posiblemente durante las vacaciones navideñas, porque estábamos jugando una pachanga en las pistas de fútbol sala dentro del colegio de mi pueblo.

Contextualizando, el Cartago, aún dirigido por Paco Sánchez tras la dimisión de Aranguren, venía encadenando cinco derrotas consecutivas en liga y se situaba en mitad de la tabla, a 4 puntos del cuarto clasificado, por lo que era más que previsible un inminente relevo en el banquillo. Y lo cierto es que para mí la situación era un tanto inexplicable. Porque si, con Aranguren, durante las primeras diez jornadas se había estado en puestos de play-off, el debut en casa de Paco Sánchez no me pudo parecer más alucinante. Un 3-0 apabullante y espectacular, como pocos se han visto en Cartagena, a todo un Sabadell en el que estaban conocidos nuestros como Juan Carlos, Molist o Txiki. “Jugando así los rivales no van a poder aspirar ni siquiera a empatarnos cuando vengan” calculaba para mis adentros. Mero espejismo. Tras dicha victoria, se decía, la mano blanda de Paco en el vestuario fue un problema y correspondía actuar. El elegido entonces era Juanjo Díaz, con fama de duro y que, en aquellos tiempos en los que no se podía comprobar la biografía de nadie en Wikipedia, contaba con el aval de haber salvado al Águilas dos años atrás sumando 24 puntos en los últimos 13 partidos de liga. Perfecto, a priori.

Juanjo Díaz en su presentación
El técnico “catalán”, al menos algunos creíamos que ese era su origen en la época ya que venía del Cornellá en Tercera y había estado muy ligado a la disciplina del Espanyol, con


domingo, 12 de noviembre de 2017

Los otros números del derbi

Como buen nostálgico del fútbol que existía hace medio siglo, o mejor dicho del balompié, antes que nada he de reconocer que a mí el cambio de reglamentación que introdujo la RFEF en 2ªB para la temporada 2013/14 eliminando los dorsales fijos a los jugadores me gusta. Eso de ver al número 3 jugar de lateral izquierdo cubriendo al extremo derecho, que luce el 7, o que el guardameta lleve el 1, y solo el 1, me gusta. Qué le voy a hacer. Además, es algo que irremediablemente aboca al aficionado que no domina el nombre de los futbolistas a conversar sobre ellos en base a cifras, e impregna el ambiente de un aroma de pureza, como si fuese deporte base o amateur. Un encanto especial.

Dicho lo cual, y soliendo convivir en estas líneas junto a datos estadísticos, para realizar mi contracrónica del derbi me apetece resaltar varios de los guarismos que desprendió el 2-1 de anteayer. Cómo no, los primeros a los que debo hacer mención son los del marcador. Si en la previa ya advertíamos que los Cartagena-Murcia venían siendo partidos con más de tres goles de media, este sábado se refrendaba la inercia y nadie salía defraudado en ese sentido. Y hasta aquí la pincelada genérica, a partir de ahora centraré la diana en los números subrayados por un nombre propio dentro del derbi, para mí.

Cristo, nuestro profeta
Para empezar, el dorsal 1 del choque. Este fue sin duda Biel Ribas. Con ese segundo gol albinegro, en el que siendo generosos opinaremos que pudo haber hecho más, acompañado del chascarrillo de la grada, extendiéndose como una mancha de aceite en el mar, al recordar su imagen junto a Deseado Flores el pasado verano. Sinceramente, y visto lo visto, de rebote creo que ganamos con Pau Torres. El 2 y el 3 del encuentro tampoco son debatibles, los laterales del Cartagena Óscar Ramírez y Jesús Álvaro. Con ese magnífico tanto que abría el encuentro, centrando uno y rematando el otro. Lo que me lleva a cuestionar aquella afirmación del aficionado medio que tilda a Monteagudo de técnico


jueves, 9 de noviembre de 2017

El Palacio de Invierno

Columnas atrás comentaba en estas líneas el, a mi juicio, injusto trato que se le estaba dispensando al entrenador albinegro, Alberto Monteagudo, por parte de la afición cartagenera. Hace un mes de aquello. Concretamente fue tras la Jornada 8 y caer en Marbella, cuando se situaba el Cartagena en décima posición clasificatoria. Ahora, llegada esta semana, y habiéndose ya disputado un tercio del campeonato liguero, muchos de los que clamaban entonces profetizan un horizonte muy distinto a aquel, pero lo cierto es que no lo es tanto. Sí, claro que el equipo es líder por segunda jornada consecutiva, lo que pasa es que también es necesario apuntar que estamos a un solo partido del octavo puesto. Y que no se me entienda mal, con esto lo único que pretendo reflejar es que ni en octubre éramos tan malos, ni en noviembre somos tan buenos (tomad topicazo). Igual que tampoco se asciende en diciembre, como bien pudimos comprobar la temporada pasada. Keep calm.

El Cartagonova nevado (Palacio de Invierno)
En lo inmediato, este sábado toca afrontar un nuevo derbi ante el Murcia. Partidos estos siempre atractivos y sazonados en lo emocional, al margen del cansino y repetitivo soniquete que los viene acompañando en los últimos tiempos en relación al tema de las entradas y demás polémica institucional. Porque pudiendo centrar el análisis, digamos morboso, sobre los Chamorro, Llorente o Chavero estar otra vez con que si Belmonte o Deseado tal, que si Fondo/Lateral Bajo/Alto o con que si a la vuelta hay que devolver la “jugarreta” al contrario creo que empieza a saturar. No sé, quizá es que me esté haciendo mayor.

Y me fijo en la estadística reciente de las últimas cuatro visitas granas al Cartagonova, dos de ellas en Segunda División y las otras dos en 2ªB, constatando lo vibrantes que suelen acabar siendo los Cartagena vs Murcia. Muchos goles, más de tres como media, y un par de victorias para cada uno. Sin empates, sin tregua. En la campaña 2009/10 el resultado fue un 3-2 que mantenía a los albinegros aún en puestos de ascenso a Primera,


miércoles, 18 de octubre de 2017

La final de Copa Federación

Un derbi siempre desprende un sabor especial, nadie lo puede negar. Ya sea en una de las consideradas competiciones importantes o un campeonato menor, siempre será una cita que inequívocamente suscite unas emociones distintas a las de cualquier otro partido. Y, bueno, vale que esta tarde en San Javier no tendrá lugar uno como tal, pero el hecho de que se enfrenten los filiales a partido único con un trofeo de por medio otorga a este miniderbi un atractivo especial, dentro de su particularidad. No obstante, no pretendo enfocar de la forma habitual el susodicho encuentro, así que aparcaré el pique que pudiera existir tras los affaires estivales de Renato y Víctor Basadre, jugador y técnico del filial albinegro que han acabado cruzando el Puerto de la Cadena, o elementos de esta índole. Si era lo que esperaba leer alguien, lo siento, pero nada más lejos de la realidad.

Lo que busco en estas líneas, con motivo de esta final de Copa Federación, es realizar una mirada retrospectiva al crecimiento del FC Cartagena desde su fundación en 1995. Y es que, aunque muchos de sus aficionados lo desconozcan, el Club ya posee dicho galardón en su palmarés (y digo palmarés, no vitrina, puesto que si no estoy mal informado físicamente ya no se tiene). La primera vez que se campeonó la competición fue en la temporada 1996/97, la del debut en Tercera División, ganando a doble partido una final al entonces notable CD Relesa Las Palas. Aquel hito, del denominado Cartagonova FC, sería reeditado la campaña siguiente (hace exactamente 20 temporadas, vaya) casualmente frente al propio Real Murcia B.


En la citada segunda ocasión, a doble partido otra vez y fechada a principios de enero, el Cartago empataba 0-0 en Los Garres frente al filial grana y vencía una semana después en el Estadio por 3-1, con goles del pichichi Carlos (doblete) y de Andrés, remontando así un


sábado, 14 de octubre de 2017

El que irá a Sevilla…

Dispuso la suerte, esa histórica ausente en el fútbol de esta tierra, que el rival de Primera División al que debiera enfrentarse el Cartagena en la próxima ronda de Copa del Rey fuese el Sevilla, como premio a haber logrado superar al Talavera el pasado 20 de septiembre. Allá por entonces, en la semana tras la “lejana” Jornada 5, todo eran rosas alrededor del conjunto albinegro. Éramos cuartos clasificados, con el mayor bagaje anotador del Grupo IV junto al Betis B y se habían encadenado tres partidos consecutivos sin encajar gol alguno, por lo que la sangría defensiva con la que se había empezado el campeonato parecía haberse resuelto. Únicamente cabían pensamientos positivos en aquellas fechas, este año sí que íbamos a disfrutar de un delantero que materializase sus ocasiones en una proporción razonable, y además podía ser que nos cayese el gordo y viniera un Real Madrid, Barça o Atlético de Madrid dentro de un mes. Joder, iba tan bien todo que hasta se anunció el cambio de césped del Estadio después de tres décadas con el mismo. Lamentablemente, y conociendo nuestros precedentes era lo más predecible, la arcadia feliz pronto tocaría a su fin.

Monteagudo en su presentación
El rumbo se comenzaría a torcer con el sorteo de Copa, cuando la primera bola del bombo en aparecer era la del Cartagena y acto seguido oíamos que el equipo de Champions al que nos íbamos a enfrentar vendría del Sánchez Pizjuán. Y que no se ofendan los palanganas, simplemente soy realista y comento que a bastantes cartageneros les pareció poca cosa. Esto fue el jueves 28 de septiembre y ya se venía de perder por primera vez en la temporada, 2-1 en Mérida. Con expulsiones de dos jugadores importantes, como Moisés y Aketxe, y lesiones de Chavero y Cordero, otros dos habituales. No obstante, todo estaba controlado aún. Esa era la (repito, lejana) Jornada 6. Siete días después, y sin que sirvan de excusa las bajas, se empataba en casa


viernes, 29 de septiembre de 2017

Sueños coperos

Hace años, cuando la Copa del Rey era de verdad un torneo comprometedor para los equipos de Primera División, los cartageneros veíamos desde el sofá de nuestra casa cómo equipos tan humildes como el nuestro doblegaban a grandes fortunas europeas. En ese momento, con anhelo, soñábamos con ser esa Gramanet que mandaba a la calle al Barça en Santa Coloma, ante su público, con un gol del exalbinegro Óscar Ollés; ese Novelda que en La Magdalena le metía tres al mismo rival años antes; o el Toledo que curó de humildad a un Real Madrid (que venía de ser campeón de Europa) en el Salto del Caballo y en el que jugaban futbolistas como Magano, el ilustre Santi Carpintero e incluso un jovencísimo Antonio Cañadas, que jugó unos minutos en ese partido y que estaba cedido esa temporada en tierras manchegas.

Era otra copa. Una competición en la que si no querías salir apeado, debías ir con todo, porque los campos de Segunda B, traicioneros como ellos solos, hacían bajar de la nube a esas estrellas que ocupaban los diarios deportivos del país. Era otra copa y otro fútbol, es cierto, pero ese es otro tema. Las ciudades y pueblos de equipos de la categoría de bronce se vestían igual que ahora de gala para la ocasión, era histórico, como ahora, pero con una enorme diferencia, las posibilidades de mandar a la calle a los equipos grandes eran aunque pequeñas, más grandes que ahora. No rendían visita a los Bernabéu y Camp Nou, pero en esos campos se acordarían de ellos, al menos durante esa temporada cuando mordieran el polvo en sus vetustos campos. Que levante la mano quién no cambiaría ir al Pizjuán (en nuestro caso) por jugar sólo en el Cartagonova a 90 minutos.

De Lerma y Neymar en el partido de vuelta. (Fuente: Comunio)
Nos agarramos a los inverosímiles "alcorconazos" o gestas de dibujos animados como la del Mirandés, eliminando a varios equipos de categoría de oro, precisamente por eso, porque hemos visto que otros lo hicieron y porque hay que acatar que este torneo está hecho para que los poderosos se paseen y los humildes hagan caja. Si la cosa se pone fea en la ida, le dan otra oportunidad al grande con un partido de vuelta en su estadio. De esta manera se aseguran de que las sorpresas sean lo más reducidas posibles, como si los humildes molestáramos en las rondas posteriores.

Por suerte, nuestro momento ya llegó, en la célebre eliminatoria contra el Barcelona, donde los blaugrana comandados por el Tata Martino pusieron en liza un once de gala, debido seguramente a la derrota unos días antes en San Mamés, por lo que no podían permitirse un tropiezo en Cartagena. Disfrutamos con el gol de Fernando, incluso soñamos y nos recreamos en la visita al estadio con más capacidad de espectadores de la


viernes, 1 de septiembre de 2017

Un play-off en el que no se falló en casa

Cuenta la no tan leyenda que cada vez que el Cartagena, en sus distintas versiones, ha disputado un partido a cara o cruz en casa la mayoría de las veces ha acabado con decepción generalizada para la parroquia albinegra. No es necesario enumerar los distintos episodios a lo largo de la historia del fútbol cartagenero, ya que son sabidos por todos y tampoco es agradable recordarlos. Sin embargo, en esta primavera / verano de 2017 se han cumplido treinta años de una vez en la que el efesé hizo pleno de victorias (hasta cinco) en casa, en un play-off. Tan increíble como cierto.

Nos tenemos que remontar a la temporada 1986/87, la quinta consecutiva en la que el Cartagena FC competía en Segunda División durante la década de los 80s y, a la postre, la última completa que vería el viejo El Almarjal. De memoria, muchos aficionados bien podrán nombrar a bastantes jugadores de aquella plantilla, los Paco López, Sagarduy, Trasante, Brizzola, Huertas, Valle, Amorós o Andrés, a los que se unían jóvenes talentos como Ginés Requena, Pedro Cordero o Paco Sánchez. En el banquillo se sentaba Felipe Mesones, que continuaba tras haber logrado la permanencia de forma solvente la campaña anterior y, a priori, con estos mimbres se vaticinaba un año de disfrute. Pero nada más lejos de la realidad, dos victorias cosechadas durante toda la primera vuelta (de diecisiete partidos) situaban a los albinegros en penúltima posición, únicamente empeorados por un paupérrimo Xerez. 


Es importante aclarar que para la temporada a la que nos referimos se probaría un novedoso sistema de mal llamados play-offs en Primera y Segunda División. Centrándonos


domingo, 20 de agosto de 2017

Una nueva esperanza

Me va a permitir George Lucas que le tome prestado el título que adoptó la primera película de La Guerra de las Galaxias porque creo que difícilmente se podría definir mejor la sensación general tras lo vivido este pasado sábado en el Cartagonova. Y es que existieron numerosos elementos positivos de análisis, desde el vertical juego a que contamos con un delantero que marca goles, que le animan a uno a ser optimista de cara a la presente campaña. También hubo algún pero, cómo no, aunque no con la suficiente fuerza para que los que le tenían la guillotina preparada a Monteagudo tras el 2-2 se atrevan a levantar la voz con energía. Y añado, estoy completamente convencido de que esos mismos que hubiesen cargado contra el entrenador en caso de no acabar ganándose el partido, en el descanso del mismo, cuando se aventuraba una plácida segunda parte, ni se acordaron de él. Lo habitual. No obstante, pese a la ilusión generada después de esta primera jornada de liga, no hay que olvidar precisamente eso, que es la primera jornada de liga. Y esto es muy largo. De hecho, muchos han sido los comienzos en 2ªB con victoria de este Cartagena en casa, pero solo en una de las ocasiones se degustó la ansiada guinda a final de temporada.

Episodio IV de Star Wars
Centrándonos siempre en la categoría de bronce, en el debut oficial del Club, el entonces Cartago vencía 2-1 en la Jornada 1 de la temporada 1998/99 al Espanyol 'B' con goles de Manolo y Alberto García. En 36 de las jornadas se estuvo en puestos de play-off aquel año, incluso luchando por el liderato a falta de tres semanas, que culminaría con el siniestro epíligo del 'cordobazo'. La siguiente vez en la que se empezó la competición ganando en casa fue en la 2002/03, la de Luis Oliver al mando. Se confeccionaba una potente plantilla, que acabaría mermada en su rendimiento con la espantada del empresario navarro, pero que en el choque inicial superaba por 3-1 al Mérida. El equipo llegaría a ser el primer clasificado en la Jornada 3, con pleno de victorias, pero acabó vagando por mitad de la tabla e incluso viendo con preocupación los puestos de descenso. Un año después, ya con el aterrizaje de Paco Gómez en la ciudad y el cambio de nombre de la entidad, se volvía a ganar en la Jornada 1 en el recinto de Benipila. En esta ocasión al Palamós, por 2-0, y aquel quinto puesto del partido inaugural sería la posición más alta que se disfrutaría aquella temporada. Machuca acabó dimitiendo en febrero, estando a cuatro puntos del play-out, y tendría que ser Pep Balaguer el técnico que finalmente consiguiese la salvación sobre la bocina.

Avanzando hasta la 2005/06, con Juan Ignacio en el banquillo, nuevamente se comenzaba


domingo, 13 de agosto de 2017

Veinte años de la primera Carabela

No, no me he vuelto loco al titular este nuevo artículo. Sé de sobra que la primera edición del trofeo Ciudad de Cartagena, posteriormente apellidado Carabela de Plata, tuvo lugar en 1969 en forma de cuadrangular y enfrentó al anfitrión albinegro, entonces denominado CD Cartagena, con el CD La Unión, Sestao SC y los marroquíes del SU Sidi Kacem; y que la copa vencedora la acabaría levantando el local Santos tras imponernos en la final al conjunto vasco por 2-0, con goles de Escolá y Unamuno.

Al titular “Veinte años de la primera Carabela” me refiero a que en este mes de agosto se han cumplido dos décadas desde la primera vez que el FC Cartagena, entonces Cartagonova FC, la disputase. Ya que, pese a que su fundación se había producido hacía dos veranos, la entidad comandada por Florentino Manzano no fue invitada para las ediciones anteriores, de 1995 y 1996, en las que el histórico efesé, ambas temporadas en Tercera División, continuaba asumiendo el rol de primer equipo de la ciudad. En la primera de las susodichas, la de 1995, el torneo disfrutaba de un derbi en su cartel frente al Real Murcia, que también militaba en Tercera. Poco más de 200 espectadores presenciaron la cita y el Cartagena vencería por 1-0 a unos pimentoneros plagados de jugadores conocidos por aquí, tales como Palomeque, Ruiz López, Ginés Requena, Ayala, David Díaz o Rai. Curiosamente, un día antes de la citada edición XXV del Carabela, se efectuaba la presentación oficial del Cartago en Los Juncos, en un triangular junto al AD Relesa La Palas, el Olaria AC brasileño y más de 300 personas.


Un año después, en agosto de 1996, la celebración del trofeo supondría toda una premonición. El efesé, en Tercera y con muchísimos jugadores jóvenes y de cantera, caía estrepitosamente por 0-5 ante el AD Mar Menor, que iba competir por primera vez en su historia en 2ªB y el cual disputaba el torneo completamente gratis para así cooperar con


martes, 1 de agosto de 2017

Un lustro sin fútbol profesional

Hace tiempo escribí unas líneas en las que intentaba evidenciar la carencia de memoria en la que suele vivir la actualidad del fútbol y, en las que vienen a continuación, me apetece comentar algo que de cierta manera está directamente relacionado con aquella idea: la rapidez con la que pasa el tiempo en este deporte. Y pondré un ejemplo fácil para visualizarlo mejor. A primeros de julio se cumplían dos años de la presentación de Víctor Fernández como nuevo entrenador del Cartagena y, junto a él, también sostenía la camiseta albinegra un sonriente Deseado Flores. Han pasado tan solo dos años y dicha estampa ya la vemos más desfasada que un futbolista calzando botas negras.

Es que estaba el otro día ordenando fotos y anotaciones varias, en mi base de datos particular, cuando volví a caer en la cuenta de que ha transcurrido todo un lustro desde que sufriésemos el último descenso de Segunda División. Fue en el Nuevo Colombino de Huelva, el 2 de junio de 2012 y curiosamente frente al mismo rival con el que abrimos esta temporada 2017/18, donde el Cartagena decía adiós a la LFP ganando por 1-2. Una despedida con victoria estéril, puesto que el triste desenlace se había consumado dos semanas antes en Córdoba.

Ángel Quirantes
Mucho podríamos hablar y analizar de aquella penosa campaña, empezando por los antecedentes con el cese de David Buitrago a mitad de la temporada anterior por motivos familiares, en versión oficial. Aunque cabría preguntarse si no fue, más bien, por la comisión que debía cobrar el caravaqueño por el traspaso del guardameta Rubén al Málaga. El caso es que tras su salida Paco Gómez manifestaba que él mismo haría las veces de nuevo director deportivo y hasta el propio Juan Ignacio tuvo que calmar los ánimos generales reflexionando en voz alta que el club debía incorporar a una persona específica para encargarse de dicha parcela.

No le faltaba razón al hoy entrenador Shanghai Shenxin, lo de Paco Gómez era una bravuconada, pero fue peor el remedio que la enfermedad. El dedo divino escogería a Ángel Quirantes, cuya era comenzaba en abril y finalizaba en septiembre de 2011, y pese a su trayectoria, casi tan efímera como la de Javi Mérida este verano, le cundió el


domingo, 16 de julio de 2017

Top-5 del FC Cartagena

Durante este último año me he aficionado a una sección que el conocido periodista de fútbol internacional Julio Maldonado 'Maldini' elabora sobre diversos top-5 de diferentes clubes, selecciones, goles o finales de campeonatos. Así que, dado que en verano tampoco es que se pueda abordar mucha actualidad debido a la ausencia de competición y, concretamente, al nulo movimiento que hemos tenido durante esta primera mitad de mes, me apetece realizar mi particular lista sobre los jugadores más importantes en la historia del FC Cartagena, a sus ya 22 años de vida.

Vaya por delante que esta será mi visión personal, con la que se puede no coincidir, y que el concepto “importante” lo enfocaré desde el punto de vista del propio Club. Es decir, no será un ranking de los mejores jugadores en cuanto a calidad o rendimiento, ni siquiera de los que hayan tenido mejor o peor carrera antes, o después, de su paso por Cartagena. Sino que es el resultado del compendio entre la trayectoria como albinegro, relevancia en el equipo en su estancia aquí, logros, etc. Aclarado esto, con orden inverso, comenzaremos la lista.

Mariano Sánchez
Inicia el Top-5 una de mis debilidades de siempre, Alejandro Sagarduy. El vasco, todo un símbolo del fútbol en la ciudad desde hace casi 35 años, estuvo en el nacimiento de la entidad en 1995, con el nombre de Cartagonova FC, y fue su primer capitán. A ello le sumamos más de tres años en el club desde Territorial Preferente hasta 2ªB, en los que obviamente vivió dos ascensos, y ser el segundo jugador que logró alcanzar la cifra de 100 partidos, tras Javi Manzano. En resumen, la significación de 'el jabato' para un proyecto que comenzaba le hacen merecedor de entrar entre los cinco más importantes.

En cuarto lugar colocaré a Carlos Carmona. Aunque bien es cierto que la permanencia del balear en la ciudad no fue sumamente prolongada (tres años en 2ªB, categoría en la que otros ilustres como Sívori o Cabrejo le superan) no es menos verdad que aquel balón robado en el minuto 92 en El Collao debe estar representado en este catálogo. Añadimos sus más de 20 goles con la camiseta del Cartagena, sin ser delantero, y su indispensabilidad para todos los entrenadores en su segundo y tercer año y voilà. Grande Carmona.

La medalla de bronce en importancia para el club se la concedo a Víctor Fernández. El principal baluarte del mejor año en la historia de la entidad. Uno de los primeros fichajes


lunes, 10 de julio de 2017

Con el rabillo del ojo (II)

Escribía hace aproximadamente un mes la primera parte de este “Con el rabillo del ojo”, en el que enumeraba las diferentes peripecias relativas a ascensos y descensos de unos cuantos jugadores y entrenadores con pasado albinegro, consciente de que faltando aún por disputarse las promociones finales de junio habría material para una segunda parte.

Como en la máxima categoría para el anterior capítulo había concluido la competición, lo que procede ahora, en prioridad, es fijarnos en quién fue el tercer afortunado que conseguía el ascenso a Primera División. Por la vía del play-off, en el primer cruce, el humilde Huesca de Carlos David (aquí en 2013/14) no pudo superar al Getafe y los azulillos, con el indomable Juan Cala en sus filas, acabaron subiendo tras ganar al Tenerife. Mal que nos pese en Cartagena. Y, sin salir de la propia Segunda División, también nos quedaba por conocer el cuarto descendido de la categoría. El infausto premio acabó recayendo en el UCAM Murcia de nuestros conocidos Hugo Álvarez, Collantes y Natalio. Este último, al igual que le ocurre Héctor Yuste, parece que vaya haciendo colección.

El Porvenir, año 1929
Ya en 2ªB, vimos cómo nuestro verdugo, el Barça B, dejaba en la cuneta al Racing de Santander. Servidor iba con los blaugranas aunque nos hubiesen eliminado, valga como apunte. En la otra final para ascender a la LFP el Albacete se llevaba la gloria, pasando por encima del Valencia Mestalla. La conclusión, como tanto se repitió en su día, ha sido que este año han acabado subiendo a Segunda los cuatro primeros de grupo en 2ªB. Y es que ser campeón es muy importante. En términos de probabilidad, ser primero te da un 62'5% de probabilidades de ascenso, mientras que ser de segundo a cuarto un 12'5%. Una notable diferencia.

Luego, en Tercera, hemos tenido los ascensos del Lorca Deportiva, con Cañadas y Urzaiz (ambos aquí en la 2012/13), y del cartagenero Dani Ruiz con el Ontinyent, superando al Alavés B en los penaltis. Como también en los penaltis ascendió a la categoría de bronce


sábado, 1 de julio de 2017

Cuando Molist fue nuestro verdugo

Hace un par de semanas, cuando caíamos eliminados en la segunda ronda de la promoción de ascenso frente al Barça B, hacía alusión a lo aparentemente cíclica que resulta la historia en ocasiones, ya que esta temporada se cumplen veinte años desde que otro filial blaugrana también frustrase otro posible ascenso albinegro. Así que, por no escribir de Verdú ni de Llorente, o de Rivero, me apetece recordar aquello.

Nos tenemos que remontar a la campaña 1996/97, la primera del entonces denominado Cartagonova FC en Tercera División, tras su ascenso de Territorial Preferente. Es en dicha temporada cuando el equipo senior del Cartagena FC se retira de la competición y en la que, definitivamente, la entidad fundada por Florentino Manzano toma el testigo como primer club de la ciudad. Entre otras cosas, ganando la Copa Federación a nivel regional. Respecto a su primer año de existencia se realizaron bastantes cambios en la plantilla y, bajo un importante desembolso, se lograba conjugar la continuidad de ilustres como Sagarduy o Paco Sánchez y la llegada de otros jugadores de categoría superior como el cartagenero Yepes o el mítico Alberto García, por ejemplo. Para dirigirles, en el banquillo se mantenía Chechu Delgado. La liga comenzaba como se preveía para un equipo de tan alto coste y los albinegros se encaramaban al primer puesto en la Jornada 2. Un par de semanas antes de acabar la liga el liderato se certificaría matemáticamente.

Por entonces, al igual que en 2ªB, las promociones de ascenso en Tercera se hacían en forma de liguilla de cuatro equipos. Pero no por sorteo puro, sino que influía el factor geográfico en función de la composición de grupos para 2ªB. Es decir, como los equipos de la Región teóricamente ascenderían al Grupo III de 2ªB, en la promoción de ascenso se iban a cruzar un equipo de la Tercera División valenciana, otro de la catalana y otro de la balear. Siendo finalmente Olímpic de Xàtiva, Barça C y Sóller esta vez. Paralela e inexplicablemente, la misma semana en la que comenzaba el play-off de ascenso el Cartago permanecía vivo, competitivamente hablando, en la Copa Federación a nivel nacional y su rival era, nada más y nada menos, que el Gáldar canario. Un disparate de calendario.

Sea como fuere, en la liguilla se empataba el primer partido en casa contra el Sóller y luego se golearía 1-4 al Olímpic en La Murta. Las opciones de ascenso permanecían


domingo, 25 de junio de 2017

Un cuarto de siglo de la encerrona en Badajoz

Este 28 de junio se cumplen 25 años de la última promoción de ascenso a Segunda División fallida para el Cartagena FC, club que actualmente milita en categoría Preferente Autonómica. Un episodio que tuvo lugar tan solo dos días después de la gesta de la Selección de Dinamarca en la Eurocopa de fútbol, en la que se proclamaron campeones tras haber sido invitados para sustituir a la excluida Yugoslavia, con motivo de la Guerra de los Balcanes.

Corría la temporada 1991/92, la segunda en la que el uruguayo Voltaire García ocupaba el banquillo del efesé. Unos meses antes se había acariciado el ascenso, y logrado de no ser por el autogol de Pombo, y la directiva albinegra presidida por José Luis Belda optaba por dar continuidad al proyecto deportivo. Así, del que podría denominarse once titular, siguieron casi todos a excepción del cartagenero Alfonso y de la dupla ofensiva formada por Naixes y Boria. Dichas ausencias se compensaban con el regreso de Sagarduy y el definitivo paso adelante de un prometedor Manolo Requena.

Ese año, el Cartagena se estrenaba en el Grupo III de 2ªB junto a valencianos, madrileños y los equipos de la Región, entre los que se encontraba el de la pedanía pachequera de Roldán. Basados en una excepcional solidez defensiva, que llevó al equipo a estar diez jornadas sin encajar gol alguno, los de Voltaire García se consolidaron desde el principio de la competición en la cabeza de la tabla. El liderato se rubricaría de forma matemática


lunes, 19 de junio de 2017

Una mirada a las entrañas del club

La temporada 2016/2017 ha tocado a su fin para el Fútbol Club Cartagena y, además del común balance deportivo, no está de más hacer un ejercicio, un análisis, siquiera para recordar cuál es la situación financiera del club.

Recordemos que en febrero de 2016 se aprobó un convenio de acreedores ciertamente beneficioso para los intereses del club departamental. Pero, ¿de dónde se partía? ¿en qué situación quedó el club?

Estadio Municipal Cartagonova
El club debía, entre acreedores públicos y privados, más de cuatro millones y medio de euros. Dentro de ese pasivo, algo más de dos millones correspondían a un pasivo con Hacienda que, al ser reclamado por la misma fuera de plazo al iniciarse el proceso concursal (cuando los acreedores pueden hacerlo), pasó de crédito privilegiado a subordinado (arrastrado por la quita aprobada por acreedores ordinarios). Un hecho clave en la situación financiera actual.

La quita fue del 70%, lo cual supuso que los créditos subordinados quedasen en algo más de 700.000€. En cuanto a los ordinarios, pasaron de casi un millón de € a poco más de un cuarto de millón. Con esta jugada, el club se ahorró alrededor de los dos millones y medio de euros. Quedaban los privilegiados, que no se acogieron a quitas ni esperas. El montante total de este pasivo se mantuvo en alrededor del millón y medio.

Por tanto, el resultado fue que de los más de cuatro millones y medio de deuda, se pasó a poco más de dos millones. Recordemos: alrededor del millón y medio de créditos privilegiados más cerca del millón resultante tras la quita ejecutada sobre créditos ordinarios y subordinados.

En resumen, como la propuesta de convenio triunfante fue la de quita del 70% y espera de dos años, el FC Cartagena se encuentra ahora mismo en esa situación. Hasta el año 2018 no empezará a pagar ese millón, con un plazo de amortización de siete años. Pero


sábado, 17 de junio de 2017

Colega, ¿dónde está mi '9'?

Pasada una semana de nuestra eliminación en el play-off de ascenso a Segunda División va tocando hacer balance y el pertinente análisis. Así que, inspirado en el título de cierta película de Ashton Kutcher, y del actor que hace de Stifler en la saga American Pie, realizo la siguiente pregunta: Colega, ¿dónde está mi '9'? Por cierto, para el que no haya visto la susodicha cinta, no la recomiendo a no ser que apetezca perder el tiempo con la típica americanada dirigida a adolescentes. Retomando al tema, el motivo de mi cuestión tampoco creo que requiera demasiada explicación, pero allá que voy.

Florian
Antes que nada, quisiera esquivar a los que una vez terminada la temporada tachan las críticas de los que las realizan de ventajistas. Claro, son ventajistas porque se realizan una vez terminada la temporada, pero es que si a alguien se le ocurriese realizarlas durante el campeonato lo más suave que se le diría es que así no ayuda. Un eufemismo que en incontables ocasiones se traduce como que quieres meter mierda. El caso es que, para cierto sector, pareciera que lo único aceptable en el aficionado es hacer palmas, mirar al suelo y callar. Y de osar algún insensato el manifestar su opinión que solo pueda ser en forma de masaje o, en grado extremo, de balido. Pues mirad, no.

Esta campaña 2016/17 ha sido la segunda consecutiva en la que el máximo artillero del equipo en liga consigue la pírrica cifra de 7 goles. Aunque cierto es que, este año, el


domingo, 11 de junio de 2017

Seis semanas más de invierno

Las 6:00 AM. Te despiertas, abres los ojos y en la radio se escuchan las inconfundibles voces de Sonny y Cher cantando aquello de 'I got you babe'. Te levantas y desplazas ligeramente el visillo de la ventana para observar cómo la nieve reviste las aceras y los coches en la calle. El siguiente paso es mirarte en el espejo y comprobar que eres Bill Murray, interpretando a un afamado reportero que cubre la información meteorológica para una cadena de televisión local. Sales del lugar en el que te hospedas y te encuentras en mitad de un pueblo dejado de la mano de Dios, en las profundidades de Pensilvania. Tu labor allí es narrar la popular e insulsa tradición de El Día de la Marmota, en la que un pequeño roedor supuestamente determinará si el invierno se acaba o si, por el contrario, dura seis semanas más. Eres perfectamente consciente de que todo no es más que un teatrillo, por lo que de la mejor manera que te es posible pasas el trago y a correr. Resignado, vuelves a tu hotel y te echas a dormir pensando en dejar atrás, cuanto antes, la anodina rutina que has llevado durante la jornada hoy. Tu desesperación comenzará a la mañana siguiente, cuando al abandonar tu cama te veas obligado a revivir esas mismas irritantes 24 horas anteriores. Una, y otra, y otra, y otra vez. Porque estás 'Atrapado en el tiempo'.

Bill Murray en Atrapado en el Tiempo
Así me siento ahora mismo como aficionado del Cartagena, con la sensación de que la historia de las promociones de ascenso a Segunda División del fútbol cartagenero está siendo escrita siempre en la misma hoja del calendario, que se resiste a caer, y en la que siempre (o casi) salimos perdedores. Ahí están los datos de nuestro perenne fracaso en estos avatares, desde los tres play-offs que se han disputado en las últimas cinco temporadas al cordobazo, pasando por el día del Vecindario, en dieciséis temporadas de 2ªB. Esto en lo que al actual primer club de la ciudad se refiere, porque si nos centramos en la trayectoria del Cartagena FC nos encontraremos con algo parecido. Desde las liguillas de los 90s perdidas con Voltaire García, para júbilo de Racing y Badajoz, a las eliminatorias


viernes, 9 de junio de 2017

Con el rabillo del ojo

No hay remedio, cada vez que llegan estas fechas del calendario se hace inevitable mirar con el rabillo del ojo todo y cuanto acontece en los distintos desenlaces de las diferentes competiciones balompédicas. Aunque tu equipo aún ande inmerso en su particular batalla de los play-off, da igual, siempre acaparará buena parte de nuestra atención. Es un impulso superior. Y no lo refiero por las grandes citas, del tipo final de Champions League o similares, sino más bien por los ascensos y descensos que se producen en las categorías más modestas. Al menos en mi caso, como si de un hipnótico canto de sirena desde el infrafútbol se tratase, cuyo magnetismo aumenta según el grado de relación con el fútbol cartagenero guarde el elemento en cuestión.

Temporada 2011/12
Para empezar, centrémonos en la que ha sido la noticia nacional durante toda esta semana, el hecho de que el Girona jugará el año que viene en Primera División. Una vez terminado de asimilar la histórica gesta, y de esbozar la pertinente sonrisa de envidia sana, irremediablemente me acuerdo de la temporada 2011/12. La de nuestro descenso a 2ªB. En aquella campaña el Girona visitó Cartagena en la Jornada 31 por debajo nuestra en la clasificación, con Goiria y Juanlu Hens en sus filas. El empate final, a un gol, nos dejaba prácticamente desahuciados a ambos clubes, pero finalmente ellos se salvaron y nosotros sí que descendimos. Hoy están en la Liga BBVA. Categoría de la que ha descendido Carmona con el Sporting, por cierto.

En Segunda División, y aún faltando una trepidante última jornada, el pasado fin de semana también se confirmaba el descenso de dos históricos, Mallorca y Elche, al infierno de 2ªB. Equipos que por lógica irán a parar al Grupo III el año que viene, junto a los Hércules, Alcoyano y esperemos que Barça B (yo creo en la remontada), y a los que acompaña como tercer descendido el Mirandés de Gorka Kijera. Volviendo al conjunto franjiverde, allí se encuentra Armando Lozano, uno de nuestros héroes de Alcoy, y en el cuadro bermellón tenemos al guardameta Cabrero, que fue albinegro en el vecindariazo hace una década. También con el Mallorca ha bajado nuestro canterano Héctor Yuste, acumulando ya cuatro descensos en su palmarés, tras los de Salamanca, Racing y Hércules. No tiene suerte. Y hablando de casos sangrantes,


sábado, 3 de junio de 2017

La primera vez del Barça B en el Cartagonova

Felizmente superada la primera eliminatoria del play-off de ascenso por parte del Cartagena, tras vencer al Alcoyano, el ¿sorteo? ha dispuesto que el segundo rival a batir por los albinegros en su intento de ascender a Segunda División deba ser el Barcelona 'B'. Conjunto este con el que el fútbol cartagenero guarda un hilo conexión desde hace tres décadas. Más concretamente, desde que la directiva de entonces adoptase la decisión de abandonar el vetusto recinto de El Almarjal y estrenar un flamante nuevo estadio municipal. Ya que, como buena parte del aficionado sabrá, nuestro querido Cartagonova está basado en su diseño en el campo del Mini Estadi, feudo en el que hacen de locales los jóvenes culés. Así que, aprovechando la ocasión, vamos a recordar la primera vez que el Barça B nos visitó y pisó el césped al otro lado de la Rambla de Benipila.

Para ello debemos retroceder hasta febrero de 1988, a la época final en la que el Cartagena FC compitió en Segunda División. El primer partido oficial del estadio Cartagonova había tenido lugar tan solo siete días antes, ante el Burgos de Kresic (quien textualmente dijo que se trataba de un estadio merecedor de ser inaugurado por Madrid o Bayern). Entre semana el efesé disputaba su siguiente jornada de liga en el campo del Racing y, por tanto, para el domingo posterior a su estreno el Cartagonova volvía a acoger un nuevo partido en casa. Esta vez ante el filial blaugrana, que en aquellos días se denominaba Barcelona Atlético o Atlètic según quisiera cada uno castellanizar, o no, el nombre. 


Era la Jornada 23 del campeonato y los albinegros se encontraban inmersos en una negativa dinámica de resultados sobre todo como visitantes, puesto que como locales en


sábado, 27 de mayo de 2017

La primera odisea en Alcoy

Si nos ordenasen elaborar una lista sobre los cambios que ha vivido la sociedad española desde el año 1932 la enumeración de elementos sería prácticamente infinita. En cualquier ámbito que hoy pueda parecer cotidiano encontraríamos transformaciones asombrosas, ya que hablamos de casi un siglo de diferencia. Hasta en la forma de Estado, que por entonces era de república. Y en lo concerniente al fútbol podríamos citar cosas tan obvias como la fabricación del balón con sus costuras por fuera o la madera rectangular de la que estaban construidas las porterías. O la no posibilidad de hacer cambios de jugadores durante los partidos y la inexistencia de tarjetas que pudieran mostrar los llamados referees (árbitros). Por ejemplo.

Rutinas de fin de semana sin internet, ni televisión, y apenas alguna emisora de radio que con suerte emitiese un boletín informativo sobre el resultado de tu equipo. Era lo que había. La narración a tiempo real de los partidos de fútbol comenzaría un lustro antes y únicamente en los encuentros de primer nivel. Como aficionado, te tocaba leer la crónica al día siguiente y santas pascuas. Y otro factor muy distinto, sustancial para estas líneas, a tener en cuenta eran los desplazamientos. De tal complejidad que, por falta de infraestructuras y medios de transporte, durante años se extendió la costumbre de disputar dos partidos consecutivos (sábado y domingo) entre los mismos conjuntos para así aprovechar los viajes a otras ciudades.

Es bajo este contexto temporal cuando se produce la primera odisea del Cartagena visitando Alcoy, en una liguilla de promoción en la que los albinegros se jugaban descender de Primera Regional. Aclaremos, para el que lo desconozca, que la liga como tal contaba con solo cuatro años de existencia y los categorías regionales servían para clasificarse al Campeonato de España, torneo que ha llegado a nuestros días más conocido como Copa del Rey. Es decir, el efesé competía en Tercera, como competición liguera, y también en regional durante una misma temporada.

Centrándonos en la referida campaña 1931/32, el Cartagena quedaba en cuarto puesto de Primera Regional, frente a los Hércules, Elche, Murcia e Imperial, y se veía obligado a


miércoles, 24 de mayo de 2017

Ocho años de moral

Cuando la fortuna juntó en la eliminatoria de ascenso a Cartagena y Alcoyano fue inevitable que los recuerdos tan bien guardados en la memoria volvieran a tocar nuestra mente. Automáticamente, al escuchar el nombre del rival me vi en El Collao, a pie de campo, solo por delante de nosotros una valla publicitaria y Rubén, nuestro portero, calentando con una concentración digna de una final por el ascenso, en la portería que un par de horas después sería cómplice del día más espectacular de la historia de nuestro club.

Porque el domingo 24 de mayo fue el desenlace de un camino arduo por un grupo de lo más singular en la categoría, en el que se encuadraban tanto canarios, como madrileños y extremeños, además de los nuestros. En Mérida se certificó el liderato con un gol de Mariano Sánchez y en ese momento comenzamos a soñar. La noche del miércoles al jueves, mientras Shakhtar Donetsk y Werder Bremen disputaban la final de la ahora modificada Copa de la UEFA, unos cuantos locos se daban cita en el estadio para lograr una entrada y ser testigos presenciales de lo que podía ser un ascenso a Segunda. Alcoy esperaba, Cartagena soñaba.

Carmona festejando con la afición el gol del ascenso
Allí fuimos y al poner un pie en suelo alcoyano, no pasaron desapercibidas un grupo de personas apiladas en la cima de la pequeña montaña que custodia el estadio, desde la que se ve una parte del césped. El partido era a vida o casi muerte (porque aún seguías vivo en la derrota, pero el golpe podía ser demasiado duro). El calor apretaba tanto como la afición local, que portaba en su fondo una pancarta: "Alcoyano, la Segunda División está en tu mano". Iba a ser difícil aguantar tanta tensión con tanto calor y como única manerade refrescarse, una especie de líquido verde que se enfrascaba en vasos de plástico, lo único que quedaba en la cantina. No sabíamos qué era


viernes, 19 de mayo de 2017

Desde Ferrol a Alcoy

Conseguía el pasado domingo, no sin inesperado sufrimiento, clasificarse el FC Cartagena para la sexta promoción de ascenso a Segunda División de su cada vez menos exigua historia. Es decir, de las dieciséis temporadas que la entidad, fundada en 1995, ha militado en la categoría de bronce ha logrado posicionarse entre los cuatro mejores de su grupo de 2ªB seis veces. Estadística nada desdeñable que incluso se eleva considerablemente en los últimos años, en los que contando la clasificación actual son cinco promociones en las últimas nueve temporadas, paso intermedio por LFP entre ellas. Y es que, como me apuntaba un amigo, tal cifra tan solo es superada en dicho período por los filiales de Real Madrid y Sevilla y por los equipos de Burgos y Racing de Santander, reafirmándose así que el objetivo en esta categoría no puede ser otro que el de pelear por el ascenso, siempre.

De Ferrol a Alcoy
En lo que a promociones a Segunda se refiere, la primera página del club se escribía en mayo de 1999, en el estadio A Malata de Ferrol. Por aquellas fechas, el sistema de ascenso era distinto al de ahora y se disputaban unas tediosas liguillas de cuatro equipos, uno por cada grupo. El entonces denominado Cartagonova FC, que se había estrenado en 2ªB ese mismo año, se clasificaba como segundo en el durísimo Grupo III después de haber liderado la tabla durante buena parte del curso. Aunque hay que valorar, en su medida, que de ser campeón a no serlo no suponía la pérdida de ningún gran privilegio.

Así, el equipo dirigido por Aranguren caía en suerte, aquella primera vez, frente a Racing de Ferrol, Cultural Leonesa y Córdoba. En el estreno del play-off, los albinegros tuvieron


lunes, 20 de marzo de 2017

Cartagonova: un estadio condenado

Las creencias que forjamos en nuestras mentes siempre están basadas en unos motivos, que sin ser necesariamente reales ni objetivos, nos resultan suficientes para confirmar esa certeza. Y no nos solemos sentir orgullosos de esas opiniones sin base científica, pero si se dan las mismas coincidencias desembocando en el mismo desenlace una y otra vez, comienzas a pensar que hay algo que influye. Algo así ocurre al aficionado cartagenero cuando llega un partido como local de alto interés, que los antecedentes los conocemos y el desgraciado final también.

El Córdoba celebrando su ascenso en el año 1999
En teoría, cuando un estadio está lleno y la afición aprieta, el equipo de casa parte con una ventaja sobre el rival. El jugador número 12, al que tantas veces llaman los jugadores y entrenadores para que les lleve en volandas a la victoria, no hace sino entorpecer las opciones de éxito si el estadio en cuestión es el Cartagonova y el equipo al que hay que ayudar es el Efesé. Con una maldición que se remonta a tiempos inmemoriales, a algunos nos tocó llevarnos el primer palo la "noche de los cuchillos largos", más conocida como el "cordobazo", en la que el Estadio se vestía de gala con 20.000 personas (en tiempos en los que no había butacas todavía), en una cita que había creado una expectación en la ciudad portuaria muy por encima de lo que ahora (que es mucho) se podría pensar. El Cartagonova perdía su ascenso en casa, 1-2, en un partido en el que le valía el empate y que imprimió el primer golpe de realidad a los potenciales aficionados albinegros, que como yo, vivían su inaugural noche de amargura cartagenerista.

Había pasado mucho tiempo y tras muchos años de espera el ascenso volvía a tocar la puerta del estadio, esta vez en eliminatoria (frente al Córdoba fue en la extinta liguilla de ascenso). Venía el Vecindario, un modesto equipo canario al que todos dábamos por eliminado. La ciudad, de nuevo volcada con un equipo que fue líder, el líder más sólido,


miércoles, 15 de marzo de 2017

El señorío, ese animal mitológico

Tenía pensado enfocar mi artículo para el derbi alejándome lo máximo posible del estilo que tan de moda está en esos programas televisivos nocturnos que, con el único afán de rellenar horas y horas de espacio, son capaces de promover la polémica Madrid-Barça hasta cuando no existe. Pretendía huir de ello, pero, vista los acontecimientos de las últimas semanas, creo que no voy a poder evitarlo.

La mantícora, otra criatura mitológica
Antes que nada, planteo un análisis de ese término denominado señorío, que tan arraigado parece estar dentro del fútbol actual. Concepto que encaja perfectamente en la sociedad que vivimos, de lo políticamente correcto. Todo es señorío o, cuando no, valors. Lo que toda la vida se ha llamado deportividad, o fair-play en los 90s, ahora es señorío. Con la sustancial particularidad de que con el señorío subyace un halo de superioridad por parte del que supuestamente lo ejerce. Ejemplo práctico: si se enfrentan un equipo de Tercera y otro de Primera en Copa del Rey, de aparecer la palabra señorío en la eliminatoria será acompañando al comportamiento del conjunto de Primera, siempre. Por lo que, en realidad, el señorío no deja de ser una expresión de condescendencia.

Es que leo el comunicado de la FEPEMUR, en el que se lamentan por la actitud de la directiva albinegra de cara al domingo, y no salgo del asombro. ¿De qué hablan? ¿Acusan de que nos hemos alejado del señorío imperante en los últimos años? ¿Es que se han olvidado de Paco Sutil siendo jaleado en la sede de sus peñas tras exclamar aquello de “me he reído de ellos por vosotros”? Que eso ocurrió tras la penúltima visita grana a Cartagena, no hace tanto. Aunque, claro, también hay que comprender el contexto de aquellas señoriales palabras de Sutil. Se venía de una temporada en la que el Cartagena había competido una división por encima del Murcia, la sensación de superioridad flaqueaba y, por tanto, el señorío era innecesario. O, incluso, podemos retroceder hasta


jueves, 2 de marzo de 2017

El fútbol no tiene memoria

La semana pasada el mundo del balompié vivía su enésimo capítulo evidenciando el tópico que da título a la columna de hoy. Es un hecho, el fútbol no tiene memoria, y en los tiempos actuales menos todavía. Por si alguien no sigue la actualidad internacional, aclararle que hace siete días el Leicester City cesaba a su entrenador Claudio Ranieri, tan solo medio año después de proclamarse campeón de la Premier League por primera vez en su más de centenaria historia. Algo así como si aquí, en España, ganase la Liga el Rayo Vallecano. Un éxito sin precedentes, que debería otorgar a cualquier técnico el suficiente crédito como para descender dos veces consecutivas, antes de siquiera plantearse su no continuidad.

Comentaba el despido con un compañero de grada del Cartagonova, porque si esta forma de funcionar ha llegado a la vieja Inglaterra, donde se han cuidado las tradiciones de este deporte mejor que en ningún otro sitio, los que somos románticos del fútbol y adoramos su liturgia nos podemos dar por jodidos, permítaseme la expresión. Y es que, sinceramente, el día que el Athletic de Bilbao empiece a contratar a jugadores no euskaldunes no nos quedará nada a lo que aferrarnos. Como decía, se lo comentaba a mi compañero, pero a la vez le rebatía que aquí en Cartagena no estamos como para dar lecciones a la directiva de los Foxes, que es lo que él pretendía hacer.


Antes de darle tiempo a poder desarrollar su, seguramente acertada, visión de la injusticia que había recibido el ya exentrenador del Leicester preferí interrumpirle. Lo


viernes, 24 de febrero de 2017

Una cruz de camiseta

Uno se sabe de naturaleza singular en el momento que se declara aficionado de un equipo como el Cartagena. Son bastantes las ocasiones, y los que compartan dicha particularidad no me desmentirán, en las que cuando uno ratifica su sentimiento albinegro en pleno debate futbolístico es inmediatamente cuestionado sobre cuál es su otro equipo de Primera División; en traducción, que si del Madrid o del Barça. Mi respuesta a la citada duda normalmente es “de ninguno” y tras la cual suele venir una sorpresiva expresión facial, mezcla de asombro y complacencia, del compañero de tertulia. Porque, al parecer, de alguno de ambos equipos debería ser.

Presentación de las equipaciones
Esta rareza mía no se circunscribe exclusivamente a ser hincha de un club modesto. También soy ese individuo que durante un concierto de música está interesado en lo que hace el batería del grupo, mientras el resto jalean al cantante y al guitarrista, o, por ejemplificarlo mejor, en la célebre reflexión confuciana cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo servidor formaría parte del colectivo independiente que observa el suelo. Es decir, un verso libre, alejado de las pautas habituales de comportamiento y una persona que tiende a huir de los discursos oficiales que se instalan en cualquier ámbito. Comento esto porque no es la primera vez, ni será la última, que cuando la masa social del Cartagena converge de manera uniforme hacia un asunto concreto mi atención se concentra en otro tema bien distinto.

Algo así creía sentir el pasado domingo en Lorca, cuando felizmente se recuperaba con autoridad el liderato del Grupo IV perdido la semana anterior. Siendo comandados por un


jueves, 16 de febrero de 2017

Lorca, tierra prohibida

Dice el tópico que la estadística está para romperse y en lo que se refiere a visitas del Cartagena a la ciudad de Lorca, si los albinegros pretenden seguir aspirando al primer puesto a partir del lunes, esperemos que así sea. Refiriéndonos siempre al club albinegro fundado en 1995, casi desde el día de su nacimiento, los encuentros contra el que ha sido en cada momento primer equipo de la ciudad del sol han acabado resultando en su mayoría una auténtica penalidad para los cartageneros. Tanto en el Cartagonova como en territorio lorquino. Habiendo sido, curiosamente, el primer partido oficial del Club una victoria en La Hoya; ante un conjunto distinto al que hasta la temporada pasada se hacía llamar La Hoya-Lorca, conste. Fue en septiembre de hace veintidós años, en categoría Territorial Preferente, y desde entonces una maldición parece perseguir a los carthagineses en Eliocroca.

La última victoria, en el año 2000
Una vez conseguido el ascenso a Tercera, del entonces Cartagonova FC, se coincidía en el Grupo XIII con el Lorca CF. Dicha campaña, el viaje se saldaba con un empate sin goles entre los dos máximos favoritos del campeonato. A final de temporada ellos lograron subir a 2ªB siendo segundos y nosotros no, habiendo quedado primeros. Dos años después se producía el siguiente enfrentamiento, en Copa del Rey. El mismo Lorca CF eliminaba al  Cartago en la primera ronda del torneo, al vencer por 1-0 en su propio campo. Sin embargo, esa misma temporada, en liga se lograba la que es por el momento la última victoria albinegra en aquellas tierras. Se ganaba 1-3 en un partido que comenzaban ganando los locales, en el derruido estadio de San José. De hecho, el pasado lunes se


sábado, 4 de febrero de 2017

Gracias Chus (Hevia)

Nunca he sido de esos aficionados que se encariñan con los jugadores que visten la camiseta de su equipo. Lo reconozco, jamás he sentido esa necesidad de forjar una relación personal, ni siquiera el deseo de pedirles autógrafos o echarme fotos (ahora selfies) con ellos, ni mucho menos de mendigarles camisetas o similares, como hace más de uno. En absoluto. Para mí, en el aspecto puramente material, todo acaba al salir del Cartagonova y, en lo que se refiere a lo afectivo, concluye cuando dejan de defender la albinegra. No obstante, para la estadística, sí que suelo seguir la trayectoria de quien ha pasado por Cartagena. Pero hasta ahí.

Hevia tras su último gol
Evidentemente, como en toda regla, entiendo que puedan existir una serie de excepciones. Pocas, eso sí, y particulares para cada aficionado. En mi caso las puedo contar con los dedos de la mano, son Sagarduy y Alberto García los ídolos futbolísticos que siento como tales. Después, también profeso cariño a Sívori o Carmona y con ellos cierro mi lista personal. Jugadores que han tenido un considerable ciclo en Cartagena y que han gozado de un peso específico dentro del equipo. Jugadores que, en resumen, atesoran una significación especial. Del resto, muchísimos alcanzan de igual manera mi más profundo respeto, y admiración en casos como el de Víctor, pero no con el feeling de los cuatro citados. Habiendo declarado esto, ¿qué puedo sentir por todos esos jugadores que hacen una más


lunes, 23 de enero de 2017

De cuando vino la Selección Española

En estos días de ola de frío ha vuelto a rondar por mi cabeza el recuerdo que tuve hace un mes, durante el fin de semana de lluvia torrencial que azotó el Campo de Cartagena a lo ancho y largo de su extensión. Y es que fueron unas precipitaciones históricas en esta zona, sin precedente similar desde las inundaciones que se produjeron justo antes del cambio de siglo, en el año 2000. Aquellas también nos dejaron imágenes imborrables de la Rambla de Benipila, desbordada, y los alrededores del Estadio Cartagonova anegados, prácticamente convertidos en laguna.

Curiosamente, al repasar la hemeroteca, he comprobado que dichas lluvias del año 2000 no estuvieron relacionadas con el episodio que se removía en mi memoria. Tenía interiorizado que habían tenido lugar en los días previos a la visita de la Selección Española, para su partido amistoso ante Polonia, pero no. La inolvidable cita de la ciudad con la roja se produjo en enero, mientras que las inundaciones a causa de la referida gota fría fueron en el mes de octubre; de ese mismo año, eso sí. El motivo de porqué ambos recuerdos de lluvia y Selección quedaron conectados en mi retentiva, hasta ahora, lo explico a continuación.

Primero, el contexto. La visita de la Selección Española a Cartagena tuvo lugar en la temporada 1999/00, la posterior al cordobazo. El equipo, como hemos comentado aquí


lunes, 16 de enero de 2017

Rebajas de enero

Acaba el partido y cabizbajos cogemos el camino del vomitorio para abandonar el estadio. Hemos perdido, sin embargo lo más doloroso no es haber perdido, sino sentir que este momento iba a llegar antes o después, pero la venda que nos ponemos en los ojos cuando no queremos creer algo, nos impedía admitir que nuestro equipo había pasado del blanco al negro poco a poco, como sus colores, cruzando por un gris cada vez más oscuro. Una degradación de colores en toda regla que inevitablemente acaba en negro. Por fortuna, lo blanco era tan blanco y desprendía tanta armonía, que esta situación de crisis no es tan grave como podía haber sido.

Isi Ros, ultima incorporación
Entre mercados de fichajes, fin de navidades y rebajas de enero, nos llegaba el Córdoba B, en una tarde tan gélida como aparentemente plácida en la que presuponíamos que el Efesé nos iba a regalar a una victoria para endulzar nuestro domingo y mirar la clasificación con el optimismo con el que la estábamos mirando. Pero la tarde era fría, como el equipo desde hace algunas jornadas, en las que lleva pidiendo a gritos que visitemos las rebajas de enero para encontrar un buen abrigo que ayude a soportar los temporales que vienen: “huyendo del frío busqué en las rebajas de enero”, que decía Joaquín Sabina en una canción cuya primera frase sirve como perfecto paralelismo para este Cartagena, porque viene mucho frío y nos faltan la bufanda y los guantes. Es verdad que los números son implacables, el Efesé es